B y N (Collado Villalba-Madrid)
Cuando B y N nos contactaron unos meses después de vender su vivienda en tiempo récord gracias a nuestro proyecto de Home Staging, nos sorprendió. Esta vez, necesitaban nuestra magia en su residencia habitual. Tras diez años viviendo en su chalet de tres plantas, seguían sin sentirse cómodos. La amplitud del espacio y ciertos materiales elegidos les impedían encontrar la calidez de un verdadero hogar.
El reto no era sencillo: querían mantener casi todo el mobiliario existente. Con algunos elementos y textiles, teníamos que lograr un cambio radical. El nuevo tono de color en las paredes y el uso de la madera como material clave fueron esenciales para generar calor y confortabilidad.
En la planta baja, restauramos varios muebles existentes. Algunos fueron lacados en tonos cálidos, mientras que otros recibieron acabados en madera natural, dándoles nueva vida y estilo. Aprovechamos las paredes para ordenar las imágenes familiares y añadimos acentos de color con textiles (cojines, alfombras, pufs).
El dormitorio principal inicialmente parecía una habitación de hotel: grande, pero sin alma. Nuestra estrategia fue jugar con los textiles e introducir la madera como elemento primordial, tanto en el mobiliario como en los elementos de las paredes. La pared principal fue vestida con un papel pintado que evoca un bosque japonés, enmarcado con listones de madera, logrando un resultado espectacular. Las confecciones de las ventanas envolvieron el espacio en una atmósfera llena de vida y sosiego.
La habitación de los niños también necesitaba atención. Sus dimensiones permitían que ambos compartieran el espacio, pero cada uno necesitaba su propio rincón. Creamos un escritorio de trabajo para el mayor y un rincón mágico de juegos para la pequeña, transformando el cuarto en el refugio colorido y fantasioso de los pequeños.
En el resto de los espacios intervenidos, el objetivo fue el mismo: dotarlos de vida y calor, respetando la gran personalidad y alegría de la familia. El resultado fue magnífico. La vivienda es la misma, pero la sensación al recorrerla es otra, ahora se siente la calma y la felicidad de sus habitantes.
¿Te imaginas un espacio tan grande convertido en un refugio cálido y acogedor? En Llamas de Limón, lo hicimos posible.